viernes, 27 de diciembre de 2013

STOLLEN


¡Nueva propuesta de bake the world! El mes pasado no pude hacer a tiempo la propuesta, pero este me aseguré de no fallar a la cita de los compis panarras.

Nos propusieron hacer un stollen, un pan dulce alemán típico de estas fechas. Es un pan muy aromático, perfecto para un desayuno especial o una merienda de lujo.

Antes de hacerlo al ver las fotos en libros y blogs me lo imaginaba parecido al panettone, ya que los "tropezones" son muy parecidos, pero este es mucho más compacto, más "pan, pan".

Puede rellenarse con una crema de almendras, un rulo de mazapán, o incluso sin nada, estoy segura de que está perfecto de cualquiera de las tres formas.


Yo utilicé la receta de Pam de Uno de Dos, y nos gustó mucho. Y eso que en el horneado se salió toda la crema de almendras y sólo quedaron unos pequeños restos en el interior.
Pero tranquilos,  por supuesto que no se iba a perder nada, nos la comimos así tal cual, como si fuesen unas pastas de almendra amorfas.


Ingredientes:
Para la crema de almendras:
- 42g de mantequilla
- 42g de azúcar
- 42g de almendra molida
- 8g de harina de trigo
- 1 huevo pequeño
- 1 cucharadita de ron

Para la masa de stollen:
- 375g de harina de fuerza
- 8g de levadura fresca (o 1/4 de sobre de seca)
- 170ml de leche entera
- 70g de mantequilla
- 20 g de azúcar
- 4g de sal
- 2 huevos

Tropezones:
- 60g de uvas pasas sin pepitas
- 35g de cerezas escarchadas
- 65g de naranjas escarchadas
- 1 pizca de canela
- ron para remojarlas

Para decorar:
- azúcar glas, fruta escarchada, estrellas de anís,...

Empezaremos picando las cerezas y las naranjas confitadas y las ponemos junto a las uvas pasas a remojo en una copita de ron. Lo ideal es dejarlas toda la noche, para que se hidraten bien.

Para hacer la crema de almendras, batiremos la mantequilla con el azúcar hasta formar una pasta cremosa.
Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente, si no es imposible hacer esta mezcla.

Añadimos las almendras molidas y la harina y mezclamos bien.

Por último, el huevo batido y una cucharadita de ron en el que hemos remojado las frutas escarchadas, hasta conseguir una crema ligera. Reservamos.

Yo creo que me pasé de líquido y la dejé demasiado ligera... porque como os decía antes en el horneado decidió que no le gustaba estar atrapada en el interior de la masa, que le gustaba más explorar el exterior.


Para hacer la masa yo utilicé la pani, poniendo los ingredientes como siempre: primero los líquidos y luego los sólidos (excepto la mantequilla).
Un amasado de 15 minutos (programa de masa para pasta), reposo de 10 minutos y luego otra vez el mismo programa, añadiendo esta vez la mantequilla a temperatura ambiente cortada en cubitos.

Mi masa estaba quedando demasiado blanda, así que durante el primer amasado tuve que añadir un par de cucharadas colmadas de harina de fuerza (además de los 375 gramos que os pongo en los ingredientes).
Puede que ese día la báscula me gastase una broma, porque tanto la masa como la crema de almendras no quedaron bien a la primera.

Si utilizáis levadura fresca, os recomiendo deshacerla en la leche antes de empezar a hacer la la masa, para que quede bien repartida.
Yo la verdad es que suelo utilizar seca, después de haber tirado un montón de cubitos decidí que me pasaba definitivamente a la seca, que no se estropea tan fácilmente.

Una vez terminada la masa, la sacamos de la cubeta y hacemos una bola. La dejamos reposar un par de horas tapada con un paño o un trozo de film, hasta que haya crecido. Como no lleva demasiada levadura, no crecerá tanto como otros panes.


Si hacemos la masa a mano, haremos un volcán con la harina. Añadimos la sal y el azúcar, y haciendo un hueco en el centro añadimos los huevos y la leche (mezclada antes con la levadura).

Alrededor del volcán ponemos la mantequilla cortada en cubitos o trozos pequeños, y vamos mezclando de dentro a fuera, hasta que acabemos todos los ingredientes.
Amasamos unos minutos, y hacemos una bola.

Dejamos reposar la masa tapada un par de horas.


Cuando haya crecido, boleamos la masa y formamos un cuadrado con ella.
Escurrimos las frutas confitadas, añadimos una pizca de canela, mezclamos bien, y repartimos esta mezcla sobre la masa.

Doblamos y estiramos varias veces la masa, para que las frutas se vayan repartiendo por toda la masa.
Dejamos reposar otros 30 minutos.

Pasada la media hora, estiramos la masa dándole otra vez forma  cuadrada. Repartimos la crema de almendras por la superficie dejando un borde de unos 3 cm, y doblamos nuestro stollen.
Primero doblamos un poco la parte derecha llevándola hacia la izquierda, y luego hacemos lo mismo con la izquierda, pero llevándola a la derecha. Por supuesto, puede ser al revés.

Como nos dice Pam, podemos dejar le pliegue visto o darle la vuelta para que quede oculto, como prefiramos.

Dejamos reposar otra media hora, y lo horneamos a unos 180ºC hasta que esté dorado.

 
Espolvoreamos con abundante azúcar glas... ¡y ya podemos disfrutarlo!

Como os decía al principio, queda un pan muy aromático y rico... ¡para el año repito seguro! Que los madrugones se encaran con otra alegría si sabes que vas a desayunar unas rebanaditas de rico stollen casero...¡mmmm!

¡Venga, que estáis aún a tiempo de hacerlo estos días! ¡A los hornos!